En sus primeros informes al rey Fernando de Aragón y a la reina Isabel de Castilla, Colón trató de dar sentido a las personas y lugares que encontró en su expedición de 1492.

Señaló que “no había encontrado hasta ahora ningún tipo de monstruosidades humanas”, como muchos esperaban, y observó que las poblaciones nativas parecían compartir la mayor parte de sus bienes. También informó de los rumores de una isla con suministros interminables de oro. La búsqueda de ciudades revestidas de oro, habitadas por gentes que no reconocían la propiedad privada, alentó a los exploradores y conquistadores de las Américas durante cientos de años después del primer viaje de Colón. 

Los informes de Colón sobre el Nuevo Mundo se extendieron rápidamente por toda Europa. Sus cartas fueron traducidas a muchos idiomas, copiadas a mano e impresas en numerosas ciudades. Esta edición, de los fondos de la Biblioteca Pública de Nueva York, es la única copia conocida que se conserva completa. Está escrita en latín e incluye ilustraciones grabadas en madera [xilografías]. La carta estaba dirigida a Gabriel Sánchez, Tesorero General del Reino de Aragón.

Escribe Colón:
...“Todas estas islas son muy hermosas, y se distingue por una gran diversidad de escenarios, llenos de una gran variedad de árboles de inmensa altura, y que creo que conservan su follaje durante todo el año, porque cuando los vi eran tan verdes y exuberantes como es habitual en España en el mes de mayo - algunos de ellos estaban floreciendo, algunos daban sus frutos, y todo fluye en la mayor perfección, de acuerdo con sus respectivas etapas de crecimiento, la naturaleza y las particularidades de cada uno. Sin embargo, las islas no están tan densamente arboladas como para hacerlas intransitables. El ruiseñor y diversas aves cantan en un número indescriptible, y todo esto en noviembre, mes en que llegué allí. Hay además en la misma isla de Juana siete u ocho tipos de palmeras que, como todos los demás árboles, hierbas y frutas, superan considerablemente a las nuestras en altura y belleza. Los pinos son también muy hermosos, y hay amplísimos campos y prados, gran variedad de aves, diferentes tipos de miel y muchos tipos de metales, excepto hierro”...

Christopher Columbus. Letter to Gabriel Sanchez.
Basel: Jakob Wolff, 1493. The New York Public Library, Rare Book Division.