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            Historia  general y natural de las Indias, de Gonzalo Fernández de Oviedo [portada, 1535] 
              Fernández  de Oviedo fue un explorador y cronista de Indias y administrador español. Llegó  a Indias en 1513 con la expedición de Pedrarias Dávila, gobernador de Castilla  del Oro.  Allí, ejerció los cargos de veedor  de las fundiciones del oro y escribano real.  
                Su  obra más famosa fue Historia General y Natural de las Indias, en la que  describe el descubrimiento y la colonización de las Indias americanas desde la  óptica “conquistadora” aunque es un minucioso observador de la naturaleza y las  costumbres del Nuevo Mundo. 
                Imagen:  Historia Natural y política  | 
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        [1535] Historia General y  Natural de las Indias: Parte primera 
              Gonzalo Fernández de Oviedo y  Valdés 
          Libro XI - Proemio 
            Este es el libro undécimo de  la primera parte de la Natural  y General Historia de las Indias, islas y Tierra Firme del mar Océano; el cual  tracta de las hierbas e simientes que se trujeron de España a esta isla  Española, e de otras que acá se hallaron e son naturales destas partes, e otras  cosas convinientes a la historia. 
          Capítulo V - De la hierba o  planta llamada perebecenuc, e de sus excelencias e virtudes experimentadas. 
            Perebecenuc  es una hierba o planta así llamada, e hay mucha della en esta isla. Los  cristianos la llaman la hierba de las llagas; otros la dicen hierba de los  remedios. Es maravillosa y excelente por muchas experiencias e por muchas  personas examinada, sin la cual e sin las que tengo dicho, es de creer que hay  otras muchas hierbas e plantas e árboles innumerables apropriados a nuestras  pasiones e llagas humanas. Pero, como los indios antiguos son ya muertos, así  se ha acabado con ellos el conoscimiento que por su aviso se pudiera haber de  propriedades semejantes e otros muchos secretos de Natura. Digo de lo que  estaba ya experimentado o sabido por los naturales desta nuestra isla; e todo  lo que agora se puede decir, es poco e no bien entendido, porque esta  generación es tan avara deso poco que sabe, que por ningún interese ni bien que  se les haga quieren manifestar cosa déstas, en especial de las que podrían  aprovechar a los cristianos, si son medecinales, porque esta manera de sciencia  es parte de su señorío. Y las cosas que han alcanzado a saber, no ha seído por  la voluntad de los indios, sino por no lo poder encubrir. Y aunque algunas  cosas he oído decir que son para diversos remedios, ni querría ni acostumbro  perder tiempo en relatar cosas confusas o no claras, y por tanto; no diré sino  lo que fuere notorio y probado e visto por mis ojos o de los de personas que  merezcan crédito. 
            […] 
            Su  operación es maravillosa, e muy excelente medecina, e tan fácil y sin pasión en  el curar, que paresce bien que la quiso Dios señalar e aventajar entre otras,  por muy apropriada para las llagas, aunque sean viejas e de mal semblante e  dispusición, o enconadas o cuasi incurables. E usan del remedio desta hierba de  la forma que adelante diré. E llámola hierba, aunque he dicho que es esterpo, o  planta, porque cuando nasce, e aun cuando está de dos o tres palmos alta,  hierba es hasta que sube al altor que le quita el nombre de hierba. E los  indios no usan della para sus llagas, sino cuando es pequeña e tiernos los  cogollos, antes que se empine o endurezca o crezca mucho. Cuecen un puño de  aquesta hierba (digo los tallos e hojas más tiernos), tanta cantidad como se  podrá incluir o comprehender con una mano, o de la groseza de la muñeca del  brazo, e después que de un azumbre de buena agua que echen con aquel manojo de  la hierba a cocer en una olla, hobiere menguado la tercia parte, quitan la olla  de sobre el fuego e déjanla estar así, con la hierba, hasta que está cuasi fría,  e toman un paño de lino limpio (que no sea camisa de mujer), en un poco de  aquella agua, e lavan la llaga; e después de bien lavada, enjúganla limpiamente  con sus paños blancos de lino. Hecho aquesto, toman hojas crudas de la misma  hierba, e tuércenlas o mastrújanlas o pástanlas entre las palmas de las manos,  e así sacan el zumo; y en aquél mojan hilas de lienzo blancas e limpias; e así  mojadas, pónenlas sobre la llaga e átanlas con una venda de lino; e así fecho  esto dos veces al día, cura las llagas en breve tiempo. Algunos, en lugar de  hilas, no curan de poner sino la misma hierba así torcida entre las palmas,  después que se ha lavado la llaga como se dijo primero, e átanla por encima, e  sana muy presto la herida. 
          Digo,  llaga, porque para heridas fechas a mano con el espada o cuchillo e recientes,  no es esto, sino para otras llagas de otras ocasiones. Digo más: que en mi casa  he curado yo e fecho curar [en veces] muchos indios e esclavos negros míos, e  aun algunos cristianos, e han sanado muy bien. Y en verdad algunos dellos de  tales llagas, que me costaran muchos dineros del cirujano, e no sé si las  supiera curar; e desta manera, sin darles pecunia ni gracia [sino sólo a Dios],  se curan. Porque estos negros e indios, como andan al campo trabajando, y la tierra  es mala de piernas [por ser humedísima], de un rascuño e de poca cosa se hacen  llagas muy malas; y como al principio es la llaga o herida pequeña, e no se  curan, e hacen poco caso della, encónase e hácense muchas veces llagas malas;  pero todas se curan de la manera que he dicho. Yo he tenido indios que por su  malicia propria e por no trabajar, o ellos mismos se hieren, o se ponen algunas  hojas de hierbas que conoscen, que en breves horas se hacen una o dos llagas, o  las que les place, en un pie o pierna, adonde quieren, e viénense de la  hacienda acá [a la cibdad] coxqueando, por bellaquear e no hacer nada ni  trabajar. E socorremos a la malicia suya con esta hierba, e sanan contra su  voluntad antes de lo que querían, para que se vuelvan a la hacienda. Y aun  desque está bueno, solemos ayudarle con una docena de azotes, porque  escarmiente; y es tan buena medecina para algunos, como la hierba, e no lo  torna a hacer. 
          Fuente: 
            Early  Modern Spain – Research at King´s College London 
            Historia  general y natural de las Indias: Part 1  
            (1535)  Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés            |