Home > Volver >
 
2010 CHILE DEL BICENTENARIO
La Historia Real

ISLA QUIRIQUINA:
Campo de concentración y tortura

 

La isla Quiriquina, ubicada en la entrada de la bahía de Concepción, 11 Km al norte de Talcahuano, fue usada como campo de concentración y tortura para prisioneros políticos de Concepción y de la región del Bio-Bio. Este campo de detención estuvo activo del 11 de Septiembre de 1973 hasta abril de 1975. De acuerdo con testimonios de sobrevivientes e informes de la Cruz Roja, se calcula que mas de 1000 personas pasaron por este campo de concentración, incluyendo personas como  Pedro Hidalgo (Ministro de Agricultura de la Unidad Popular), Fernando Álvarez Castillo (Intendente de Concepción), Santiago Bell (Intendente de Ňuble), el Alcalde de Lota, Danilo González y los dirigentes mineros Isidoro Castillo, Bernabé Cabrera, Vladimir Araneda,  al igual que muchos dirigentes políticos, sociales y gremiales de la región. De acuerdo con el informe de la Cruz Roja Internacional a comienzo de octubre de 1973 había 552 detenidos, incluyendo 33 mujeres y 19 extranjeros: 8 brasileños, 4 uruguayos, 3 bolivianos, 2 venezolanos, 1 panameño y 1 polaco. Los hombres estaban recluidos en el gimnasio de la Escuela de Grumetes, de 50x25 metros, rodeado por alambres de púas y custodiado por guardias armados ubicados en 3 torres de vigilancia.  Las mujeres, entre ellas Mireya García (actual Secretaria de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos), estaban en una habitación de 30x15 metros, ubicada en un pabellón de la Escuela de Grumete. Un tercer grupo de presos políticos, que incluía hombres y mujeres, eran mantenidos incomunicados en un lugar indeterminado de la Isla.  A fines de 1973 se comenzó la reconstrucción del antiguo Fuerte Rondizzoni con el objetivo de convertirlo en prisión para los presos políticos. Ubicado dentro de la misma isla el Fuerte Rondizzoni había sido anteriormente utilizado con centro disciplinario para los mismos marinos que cometían delitos militares.  En Diciembre de 1973 fue trasladado a otros centros de detención un numeroso grupo de presos. En marzo de 1974 los restantes presos políticos, alrededor de 200, fueron trasladados al  Fuerte Rondizzoni, Los presos políticos en la isla Quiriquina sufrieron humillaciones diarias, hambre, frío, maltratos, vejaciones, tortura y muerte.  De aquí fueron sacados el Alcalde de Lota, Danilo González y los dirigentes mineros Isidoro Castillo, Bernabé Cabrera, Vladimir Araneda para ser mas tardes asesinados por orden de la Junta Militar después de un supuesto Consejo de Guerra y por orden directa del Almirante Jorge Paredes Wetzer, quien ordenó llevar a los presos a los terrenos de Ferbio, haciéndoles fusilar el 22 de Octubre de 1973. En el caso de Fernando Álvarez Castillo (Intendente de Concepción), este fue torturado hasta la muerte por efectivos de las Fuerzas Armadas.

Los antecedentes presentados a la Comision Valech señalan que a las mujeres prisioneras políticas se las interrogaba desnudas. Durante estos interrogatorios sufrían agresiones y abusos deshonestos. Hubo casos en que este tipo de humillaciones se cometieron en presencia de familiares. Todos los presos, hombres y mujeres, denunciaron que mientras permanecieron en ese lugar fueron sometidos a posiciones forzadas, aplicación de electricidad, al submarino, amarrados y eran sumergido en el mar, en el muelle norte de la isla; durante la noche, desnudos, debían realizar una serie de ejercicios físicos extenuantes, expuestos a la intemperie. Algunas de las torturas se realizaron en el polígono de tiro de la Escuela de Grumetes. El Fuerte Rondizzoni estaba bajo el control del Cuerpo de Infantería de Marina y funcionó desde septiembre de 1973 hasta 1975. De acuerdo a los testimonios recibidos, la mayor cantidad de prisioneros se registró en 1974. En el primer trimestre de 1975 el campo de prisioneros dejó de funcionar y sus ocupantes fueron trasladados a la Cárcel de Concepción o a Tres Álamos. Durante los últimos meses de 1973 y los primeros del año 1974, según los testimonios, los detenidos fueron obligados a reconstruir el recinto, luego llamado Fuerte Rondizzoni. Se trató de un extenso pabellón que comprendía dormitorios, comedores, baños y una enfermería, así como habitaciones para el personal de guardia.

Los presos políticos relataron que en ocasiones fueron conducidos, con una frazada encima de la cabeza, a un calabozo subterráneo, bajo el nivel del mar, oscuro, húmedo y pequeño; desde ese lugar eran llevados a los interrogatorios y las torturas. Los testimonios de los ex prisioneros denunciaron haber sufrido: golpes, vejaciones, aplicación de electricidad, privación de alimento y agua y amenazas. Algunos eran mantenidos desnudos a la intemperie durante la noche.

Testimonios: Un grumete de esa época que prefiere quedar en el anonimato y testigo presencial de los hechos ha declarado: “...la Escuela de Grumetes ubicada en la isla Quiriquina se convirtió en un centro de detención y tortura.” “ .....el mismo día 11 de Septiembre de 1973 aproximadamente a las 14 horas llegó la primera barcaza con aproximadamente 200 detenidos. A fines de noviembre del 73 había a lo menos 1.200 detenidos, entre ellas aprox. 40 mujeres. En ese lugar de tortura, se les fue por aplicación de electricidad el Intendente de Concepción [Fernando Álvarez Castillo], el cuerpo lo llevaron a Concepción y en la prensa se publicó que había muerto en uno de los recintos policiales de Concepción.....”  “Se aplicó en forma sistemáticamente tortura a profesores de la Universidad de Concepción, a ejecutivos de la Usina de Huachipato, trajeron detenidos de Tomé, ya que la Armada estaba a cargo de esta localidad y de Talcahuano. Me consta que a lo menos fueron fusilados 3 personas, hombres jóvenes cuyos cuerpos fueron arrojados al mar. En noviembre del 73, con un grupo de aprox. 100 detenidos se comenzó la construcción de una cárcel entre las quebradas que se orientan a la Península de Tumbes”...   “A mi que correspondió tomar los datos personales de los detenidos..., posteriormente pasé a integrar las guardias armadas que custodiaban a los presos. Fue una experiencia que no he podido olvidar, tenía 20 años. Dentro de mi inexperiencia y tocado profundamente por el dolor que veía, hubo oportunidades que llevé correspondencia al domicilio de un médico que vivía en el centro de Concepción. Posteriormente supe que se iba a Italia, exiliado. Nunca supe si viajó...”

Testimonio: Uno de los sobrevivientes de este campo de concentración también relata: “Fui enviado a la Base Naval de Talcahuano e incomunicado en el Estadio Francisco Acosta durante algunos días, para ser trasladado posteriormente a la isla Quiriquina, donde permanecí tres meses, la mayor parte de ellos incomunicado. Se me acusaba de tenencia de armas, de organizar grupos de combate, intentos de voladura de puentes, todo inventado. En la isla fui sometido a tortura (electricidad, golpes, fusilamiento simulado con la vista vendada). Entre el grupo de torturados en la isla Quiriquina se encontraba Antonio Leal.
Testimonio: [preso político detenido en septiembre de 1973] “...nos desnudaron y nos pusieron en una jaula, al mismo estilo como transportan los leones de un circo, pero la diferencia era que la de nosotros estaba rodeada de alambres de púas, estábamos a exhibición [...].

Criminales y cómplices: Contralmirante Jorge Paredes Wetzer  (Comandante de la 2a Zona Naval); Capitán de Fragata Eduardo Young (Subdirector de la Escuela de Grumetes); Capitán Kohler (Armada); Aníbal Aravena Miranda (Director Escuela de Grumetes Quiriquina)

Fuentes de información: Informe Rettig; Cruz Roja Internacional (CRI); Libro: “Te recordamos, Quiriquina”, “Prisión en Chile”; Informe Valech; Memoriaviva

 

 
 
 
MEMORIA VIVA [1973-1990]
Archivo Digital de las Violaciones de los Derechos Humanos de la Dictadura Militar de Chile
 

El proyecto de DDHH nace en Londres como respuesta a la permanente denegacion de justicia en Chile, con el objetivo de  contribuir a un futuro sin impunidad.

El Proyecto Internacional de Derechos Humanos es un colectivo, que fue establecido  para trabajar por los derechos humanos y luchar contra la impunidad en Chile.

Parte central de este proyecto es la recopilación, el archivo, y la difusión de toda información disponible de los abusos a los derechos humanos durante la dictadura militar en Chile. Apoyar la tarea de enjuiciamiento de todos los responsables de violaciones a los derechos humanos. Desarrollar e inculcar una conciencia colectiva de los derechos humanos a través de proyectos nacionales e internacionales. Impulsar el rescate de la memoria histórica y el respeto que se le debe a las víctimas.

Perspectiva Histórica:  
En 1973 los militares encabezados por el Augusto Pinochet, derrocaron al gobierno democráticamente elegido en  Chile, del Presidente Salvador Allende, imponiendo una dictadura militar hasta 1990.

Miles de personas fueron asesinadas y “desaparecidas”; cientos de miles fueron perseguidos y torturados por oponerse a este régimen brutal. El poder de las fuerzas de seguridad de Pinochet también se expresó en la Operación Cóndor, que estableció la coordinación con otros regímenes militares y ejerció la ley del terror a través del continente. En 1990 Pinochet entrega el poder pero sin antes asegurarse el puesto de Senador Vitalicio, posición que le garantiza inmunidad.

Hoy en día,  todavía hay mas de mil personas desaparecidas en Chile, casos en los cuales no ha habido justicia como tampoco en los casos de  miles de ejecutados políticos. Una cultura de impunidad institucionalizada ha sido establecida en muchos países de América Latina, especialmente después de las transiciones de dictaduras militares a gobiernos civiles, incluyendo Chile. Si este proceso no es revertido, la cultura de la impunidad será perpetuada a lo largo del continente, comprometiendo los derechos humanos fundamentales y menoscabando el desarrollo de la democracia.

El arresto de Pinochet en Londres constituyó un hito importante en la lucha por los derechos humanos y la justicia. El punto central es que toda persona debe responder por sus crímenes, independientemente de su posición de poder. Aunque el gobierno Británico cedió a las presiones del gobierno de Chile, permitiendo al dictador retornar a Chile, el arresto envió una clara señal al mundo que la implementación de la justicia a nivel internacional, estaba a nuestro alcance. A su vuelta a Chile, solamente gracias al trabajo de las victimas y sus familiares, de los abogados de derechos humanos y a la presión internacional, se logro el desafuero de Pinochet para que enfrentara la justicia. Sin embargo, gracias al gobierno de la Concertación, el dictador murió en la impunidad, sin haber nunca sido juzgado ni sentenciado por sus crímenes.

Aun queda mucho por hacer si queremos llevar a la justicia a todos aquellos responsables de violaciones a los derechos humanos en Chile, que en el día de hoy, en su vasta mayoría, se pasean libres en Chile.

Con este propósito y para evitar que estos crímenes se vuelvan a cometer, un grupo de personas que han estado activamente comprometidos con el trabajo con los derechos humanos, se han unido en la creación de este Proyecto.

 

 
Home > Volver >